- Garbanzos ½ Kg.
- Papas 350 gr.
- Un par manitas de cochino ,
- Costillas de cerdo saladas 150 gr.
- Un trozo hermoso de tocino Blanco
- Un trozo Chorizo
- 2 medianas Cebollas
- 1 Pimiento rojo
- 2 o 3 Tomates
- 4 Dientes de ajo
- 3 hojitas de laurel
- Una cucharadita de Pimentón
- Pimienta negra al gusto
- Cominos al gusto
- Un par de hebras Azafrán o colorante
- Los garbanzos, las costillas (y las manitas, si son saladas) las habremos tenido en aguas distintas –cada materia en la suya desde la noche anterior.
- A la de los garbanzos se le puede poner media cucharadita de bicarbonato para que queden, finalmente, más tiernos.
- Ponemos en una olla con agua nueva los tres Ingredientes que dejamos en remojo y se dejan hervir a fuego lento.
- El tocino y el chorizo, en cachos, se añaden como veinte minutos después de que haya bullido el primer hervor.
- Mientras, en una sartén, hacemos un sofrito al uso, con el ajo, la cebolla, el tomate (pelado y sin granillas), y el pimiento, todo picado menudamente.
- Este sofrito, al que se le agrega un poco de pimentón fuera del fuego, se echa sobre el caldero para que ligue con el resto.
- Se pone, a continuación, una hojita de laurel cuatro o cinco granos de pimienta negra, un poco de azafrán o colorante y un apenas nada de cominos escachados en las palmas de las manos sobre el vapor que suelta el guiso.
- Ahora pelamos las papas, las cortamos en dados y las sofreímos en aceite para meterlas en el conjunto, cuando los garbanzos estén casi hechos.
- Rectificar de sal, si hace falta. Hay que andarse con ojo en este punto por la cantidad de ingredientes salados que intervienen en el plato.